Mi bebé querido, mi bichito preferido. Como cuando soplaba de pequeña un diente de león, salían las palabras volando por el espacio, esparciendo sus letras por doquier.
Qué grande te haces y qué rápido se te van quedando pequeñitas aquellas palabras. Voy a tener que inventarte canciones nuevas, con letras nuevas que te durarán tan poquito como los zapatos nuevos.
Pero por mucho que lo pequeño se haga grande y lo nuevo se vuelva viejo, sé que ya conforma parte de tí ese bebé querido, ese mi bichito preferido.
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